Cierre de sucursales: Bendición para unos, fatalidad para otros

Cada semana tenemos noticias de reducciones de costes en los bancos a través del cierre de sucursales.

Estamos de acuerdo que detrás de esa decisión existe una estrategia de mejora de la eficiencia y una optimización de los recursos.

Eso si, existen daños colaterales:
– Para clientes (que se ven obligados a usar otras herramientas para comunicarse con sus gestores).
– Y sobre todo para los empleados. Hablamos de esos empleados que hasta ahora eran el vinculo físico entre el cliente y la entidad. Daban (y algunos lo siguen haciendo) un  toque personal al banco.

Resulta que muchos se verán recolocados o despedidos, cosa que para algunos será una suerte (sobre todo si hay mucho dinero de por medio y unas ganas de cambiar de aire), pero que sería también una desgracia para otros. Hablo de aquellos cuya recolocación será mas problemática.

¿Que lectura deberíamos hacer de eso?

Significa que de alguna manera, el empleado, tiene que luchar por convencer que su presencia en el banco es una gran ventaja.

Alguien decía que el miedo a ser despedido tiene que existir desde el día de la contratación. (Lo correcto es mas bien el día siguiente al periodo de prueba ya que durante dicho periodo, tenemos miedo de todas formas).

Tenemos que ser conscientes de los cambios que se avecinan y prepararnos a esos cambios, ya que el que sobrevive no es el mas fuerte, sino el que se adapta.

¡¡Adáptate, sé visible, publica!!

(N)os deseo a todos mucha suerte

Perfil del autor

Carlos Martín Salazar
Carlos Martín Salazar
Socio fundador de BancaVia.
Licenciado en administración y dirección de empresas.
Master en bolsa y mercados financieros.
CEFA certified